El pasado día 22 nos fuimos a visitar Koppal. Tras 8 horas de duro viaje en microbús llegamos bien entrado el mediodía. El motivo de dicha visita era mantener un encuentro con 35 profesores del colegio de San Francisco de Sales, con quienes intercambiar conocimientos y experiencias sobre educación. Al llegar al colegio, tras el recibimiento con actuaciones de los niños, una avalancha de escolares se lanzaron a la caza de autógrafos cual estrellas de cine. Nadie del equipo podía dar crédito a lo que veía. Es algo imposible de explicar con palabras. Al fin y al cabo no somos nadie para ser recibidos de esa manera.
Al día siguiente visitamos las ruinas de Hampi, la ciudad en ruinas de Vijayanagar. Es una ciudad de casi 26 kilómetros de extensión. Para los hinduistas esta ciudad era el dominio de los dioses monos. De hecho éstos te reciben a tu llegada a Hampi. Tras visitar el templo Virupaksha, el templo Vittala, el templo de Lotto y los establos de los Elefantes, iniciamos nuestra vuelta a Bangalore. El viaje fue agotador, pero mereció la pena. Si me permitís un consejo os diré que: “si alguna vez venís a la India y pasáis por Karnataka tenéis que dejar perder vuestra mente por estas magníficas ruinas del imperio hindú”.