Encarnarse en el mundo de hoy

Publicado por Jesús María sábado, 29 de agosto de 2009


Hace ya unos días que regresamos de la India. Algunos de los que hemos estado allí durante un mes podemos tener la impresión de que todo ha sido un sueño. Sin embargo, todo ha sido realidad. Hemos vivido la realidad del encuentro con un grupo humano que nos ha llegado al corazón. Ese grupo han sido los niños y los responsables del Nest Project, los seminaristas y los formadores del Seminario de los Misioneros de San Francisco de Sales, los niños y profesores que hemos conocido en los distintos colegios, la gente sencilla de un pequeño pueblo con quienes compartimos todo un día de convivencia, las religiosas de la Madre Teresa de Calcuta, los responsables de la Fundación Vicente Ferrer…
Sí, nos sentimos cerca de todos ellos aunque ahora, físicamente, estemos lejos. Porque con ellos hemos descubierto algunos de los valores más importantes de la vida: el valor de la acogida, del querer a las personas por lo que son y no por lo que tienen, el sentido de la entrega a los demás, especialmente a los más desfavorecidos…
Toda esta experiencia la hemos querido iluminar desde la Sagrada Escritura, Palabra de Dios que quía nuestros pasos como reza el Salmo 118: “Lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi sendero”. En este sentido, el Evangelio de Juan ha sido el que nos ha servido de guión y de música de fondo de todo lo que hemos podido vivir y hacer a lo largo de este mes:
“En el principio existía aquel que es la Palabra, y aquel que es la Palabra estaba con Dios y era Dios… Cuanto ha sido hecho en él es vida, y la vida es la luz de los hombres…Hubo un hombre enviado por Dios, de nombre Juan. Éste vino como testigo, para dar testimonio de la luz, a fin de que todos creyeran por él. No era él la luz, sino testigo de la luz… Y aquel que es la Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros…” (Jn 1, 1-18).
En el relato de San Juan, Dios se nos presenta como Aquel que es Luz y crea Vida. Dios se acerca al hombre para iluminarle y transmitirle su “vitalidad”. Dios es Aquel que se abaja, se humilla para hacerse uno con el hombre. Él ha puesto su tienda de campaña entre nosotros para hacerse uno de los nuestros. Y en esta historia Él siempre toma la iniciativa.
Testigo de esta forma de proceder de Dios es Juan Bautista, pero también lo son todos aquellos que pasan por la vida haciendo el bien y curando las enfermedades de los hombres: la pobreza, la miseria, el egoísmo…
Y testigos de esto podemos ser cualquiera de nosotros si somos capaces de imitar a Dios. Estos días también nosotros hemos querido poner nuestra tienda de campaña entre los habitantes de la India para hacernos de ellos. Hemos intentado hacerlo con generosidad, dedicando nuestro tiempo y nuestras personas. De este encuentro ha brotado espontáneamente la alegría, porque la alegría brota donde las personas se dan cuando no esperan nada a cambio. Nuestro deseo es que esta lección de vida y de Evangelio que hemos aprendido seamos capaces de llevarla a la práctica en las circunstancias concretas que ahora nos toca vivir en este momento aquí en Burgos, en nuestra ciudad y en nuestros ambientes.